Mi pambolero Día de Muertos

Rocío Yelitza

@rocioyelitza

Miles de jugadores han desfilado a lo largo de los años dentro del fútbol mexicano. Hemos visto jugadores nacionales y extranjeros, a los que ya no nos tocó ver, pero que los libros y anécdotas nos recalcan que trascendieron en este deporte.

Este año viví un Día de Muertos muy pambolero (la influencia de lo que hago se ve reflejada en todo), y bueno, pues este año pedí permiso de dedicar la ofrenda a mis seres queridos (claro está), pero también a uno de esos hombres que como aficionada al futbol hubiera querido conocer. Él es Miguel Marín, el argentino que vino a salvaguardar como una barrera de hierro la portería de Cruz Azul.

Lo importante es realzar las tradiciones mexicanas sin importar si tienes la mega ofrenda que salió carísima, o si hiciste una modesta ofrenda, lo padre del asunto es que la tradición siga vigente y heredarla, en el futuro, a nuestros hijos.

Y bueno, aquí seguimos con las calaveras:

CUAUHTÉMOC BLANCO

Hombre con mucha tenacidad,

Cuauhtémoc Blanco, un jugador singular,

quien afuera de las canchas tiene humildad,

aunque dentro de ellas tiene agresividad.

La Muerte y los santos lo seguían,

pues el equipo del más allá querían formar,

sin saber que él se resistiría

pues en Dorados quería continuar.

Ganó la Copa MX contra Correcaminos,

campeón se convirtió,

mientras a la calaca tilica y flaca

le urgía meterlo en su equipo de futbol.

El hombre si cuello le decía el diablo,

el hombre capaz le llamaban en el cementerio,

mucho les costaba el delantero

para que jugara en el infierno.

Cuauhtémoc se resistió,

a la Muerte golpeó,

al árbitro del inframundo insultó,

y con Dorados su campeonato disfrutó.

Rocío Yelitza

Calaveras Pamboleras 2012: Diego Reyes

Rocío Yelitza

@rocioyelitza

DIEGO REYES

Un hombre realmente joven,

que a la Calaca impresionó,

pues además de un físico excelente,

el chamaco resultó un gran jugador.

La Muerte no era Pambolera,

hasta que un día al Azteca acudió,

la invitaron a ver jugar al América

y de un jugador se enamoró.

Diego Reyes era su nombre,

un jugador con mucha gallardía,

que a la Catrina enloquecía

como a las miles de fans que él tenía.

Al fin la huesuda americanista se volvió,

en los partidos se volvió fundamental,

y tanto era su amor por Diego Reyes

que se volvió parte de La Monumental.

¡Vamos América! era su grito cada semana,

y a Diego conquistó con la mirada,

y desde ese día hasta hoy

a la calaca la vemos diario en Coapa.

Así se dio el amor entre Diego y la Muerte,

según sus fans, ella tuvo mucha suerte,

y aunque ellas celosas viven eternamente,

dejaron que Diego viviera con la Muerte.

Rocío Yelitza

Imagen: mediotiempo.com

Calaveras Pamboleras 2012: José de Jesús Corona

Rocío Yelitza

@rocioyelitza

Las famosas calaveras literarias han sido desde siempre una tradición muy mexicana, pues demuestran que somos un pueblo que le da otra perspectiva a la muerte, al grado de que nos burlamos de ella.

Como ya es tradición, en Pamboleras no queremos quedarnos atrás, y hoy te tenemos la primera parte de las «Calaveras Pamboleras». Si tu jugador favorito aparece en ellas, te pedimos que las compartas.

JOSÉ DE JESÚS CORONA

Alto, guapo y formal,

José de Jesús Corona a La Noria llegaba,

en su carrazo de lujo

a las mujeres enloquecía.

Junto a La Noria un panteón yacía,

y la Muerte al guapo portero observaba,

pues Corona la enloquecía,

y deseaba que él la amara.

Jesús con Bravo platicaba,

y la Catrina a ambos seguía,

ella toda una dama elegante

pensó que la señora de Corona sería.

Lo siguió a su natal Jalisco,

lo apoyó en Londres,

la huesuda celebró

el triunfo olímpico con los campeones.

Por fin Corona vio a la flaca bella,

y cayó enamorado por sus encantos,

y desde ahora el portero cementero

le dedicará a la Muerte sus campeonatos.

Así termina la historia de amor

de la huesuda y el mejor portero de México,

y desde el inframundo

celebran su amor eterno.

Rocío Yelitza

Imagen: Instituto Mexicana de Parapsicología

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